Pioneros del Verso / PDVS

En un universo donde las estrellas no conocen banderas, un grupo de almas aventureras se encontró por casualidad—o quizás por destino—en la inmensidad de Star Citizen. Proveníamos de rincones distintos del cosmos, criados en diferentes culturas, bajo distintos soles, pero compartíamos un mismo espíritu: la sed de libertad, la pasión por lo desconocido y la creencia de que las verdaderas naciones no se miden por fronteras, sino por la lealtad entre compañeros.

Todo comenzó en los puertos aleatorios de Levski, en las cantinas bulliciosas de Grim HEX y en los fríos pasillos de las estaciones microTech. Algunos éramos exploradores solitarios, otros contrabandistas con suerte variable, y unos cuantos, mercenarios cansados de pelear por causas ajenas. Pero en medio del caos de la vida espacial, descubrimos algo invaluable: la camaradería.

Nos unió el humor en las peores situaciones—como cuando un aterrizaje torpe nos dejó varados en un planeta desierto, o cuando un fallo en la carga nos hizo perder una fortuna en oro… pero ganar una anécdota épica. No importaba de dónde veníamos, porque en el vacío del espacio, solo éramos una tripulación.

Así nació nuestra organización: sin banderas, sin divisiones. Solo el compromiso de explorar lo desconocido, comerciar con astucia y, cuando fuera necesario, conquistar nuestro lugar entre las estrellas—pero siempre juntos, siempre riendo, y siempre recordando que el mejor botín no es el crédito, sino los amigos que hacemos en el viaje.

Porque en esta tripulación, el único destino que importa es el que escribimos juntos.